Parece que las bodas reales poco a poco van volviendo a la normalidad. Así por lo menos se desenvolvió el casamiento en Atenas de Philippos de Grecia, hijo de Constantino y Ana María de Grecia, con Nina Flohr, hija única del empresario y magnate suizo de la aviación privada Thomas Flohr.
Estuvieron presentes en la gran cita la reina Sofía y su hermana, Irene, además de la infanta Elena, que es madrina del príncipe Philippos.
La reina Sofía llegó a la capital griega luego de haber asistido el pasado viernes 29 de octubre en Oviedo a la entrega de los premios Princesa de Austrias, y lo hizo en la compañía de su hermana y su hija, siempre tan elegante como acostumbra.
Para la boda, la reina Sofía eligió un vestido tornasolado a capas, complementado con un collar de perlas con colgante de rubí, que heredó de su madre, la reina Federica.
Por su parte, Elena lució un vestido azul marino, una chaqueta corta de "pailletes" y un collar de rubíes, esmeraldas, zafiros y diamantes montados en oro, un regalo que recibió por su boda con Jaime de Marichalar en 1995.
Un recuerdo muy especial
La boda tuvo lugar en un lugar muy especial para la Reina Sofía: fue allí mismo, en la catedral ortodoxa de Atenas, donde contrajo matrimonio con Don Juan Carlos 59 años atrás. Sin dudas la habrá retrotraído a aquel día tan recordado por ella.