La princesa consorte Charlene de Mónaco es noticia debido a una situación particular que vivió luego de realizar un viaje a Sudáfrica, su país natal, por una causa a favor de los rinocerontes. No obstante, la estadía no resultó como esperaba y debió permanecer más tiempo del pensado.
Seis meses alejada de sus hijos y su esposo estuvo Cherlene de Mónaco luego de padecer una infección que le impidió regresar a Mónaco, sin embargo, tal y como ha informado la propia casa real monegasca a través de su cuenta de Instagram, la princesa regresó con su familia.
El lunes pasado se trasladó desde Durban (Sudáfrica) a Niza (Francia) y aterrizó en Montecarlo, lugar en el que la esperaban los pequeños Jacques y Gabrielle, al igual que el príncipe Alberto. Ellos recibieron a Charlene de Mónaco con un ramo de flores y así la Princesa consorte se reencontró con su familia acompañada por su nueva mascota.
El viaje pensado por una semana terminó por durar seis meses. No obstante, mucho se habló sobre la salud de la princesa, aunque el propio príncipe Alberto había expresado que se calculaba su regreso para días antes del 19 de noviembre, fecha en la que se celebra la fiesta nacional de Mónaco.
Según el parte médico, Charlene de Mónaco padecía una infección de nariz, garganta y oídos, situación que la hizo someterse a tres intervenciones quirúrgicas, la última se llevó a cabo el 8 de octubre.
Rumores de separación
Si bien expresaron que era imposible que se trasladara a Mónaco para tratarse allí porque sus oídos no soportarían la presión aérea, los rumores de separación no tardaron en aparecer. Estos comentarios sobre la pareja giran por su alrededor desde el día de la boda.