El príncipe Harry junto a su esposa, Meghan Markle, cortaron toda unión con la familia real después de irse a Estados Unidos y aún más luego de dar esa infame entrevista con Oprah. Pero al parecer las rispideces tuvieron su génesis el día de la boda entre el hijo de Carlos de Gales y la actriz.
A pesar de que ni el príncipe Harry o su hermano, William de Cambridge, se casaron con miembros de una familia real o de la alta alcurnia británica, las tradiciones siguen siendo fuertes y la reina Isabel se negaba a que Markle haga uso de una tiara real, hasta que Enrique se plantó.
“Se pondrá la tiara que yo le dé”, afirmó Harry de Sussex frente a la negativa de su abuela, o al menos así lo remarcó el hombre detrás de la última biografía de Lady Di, Andrew Morton. Esto no ayudó a la imagen de Meghan Markle frente a los fanáticos de la familia real.
Esto sumado a que los trabajadores de la vivienda en la que pasaron a vivir después de casarse, Frogmore Cottage, aseguraron que la esposa del príncipe Harry era muy quisquillosa y trataba de forma paupérrima a los empleados, lo que comenzó un trabajo mediático contra Markle.
“Lo que Meghan quiere, lo consigue”, afirmó el príncipe Harry
Andrew Morton afirmó que la frase del antiguo mandatario real británico: “Lo que Meghan quiere, lo consigue”, frente a la reina Isabel y el resto de la familia real, ya que hizo que la actriz pierda respeto por parte del ala más conservadora del clan Windsor.
El príncipe Harry le cumplió el mayor de los deseos a su esposa, el que fue dejar la vida en el palacio real y radicarse en California, Santa Bárbara para ser más exactos, lo que no hizo más que empeorar su situación frente a los medios de Gran Bretaña y el resto de la familia.