Belén Esteban partió hacia las islas canarias rumbo a la boda de Anabel Pantoja, una boda marcada por la tristeza dado que Doña Ana, abuela de Anabel y madre de Isabel Pantoja, falleció unos días antes del 1 de octubre, fecha en la que se uniría a Omar Sánchez.
“Me voy a La Graciosa a acompañar a mi amiga", remarcó Belén Esteban sobre su viaje hasta las islas Canarias. A pesar de que se la vio algo ofuscada, la presentadora subrayó que su rol como amiga será estar a su lado en su boda y mientras está de duelo.
Las molestias de la tertuliana de “Sálvame” se dieron tanto por el viaje como la situación en la que se encuentra la familia Pantoja de cara a la boda. Lo que está claro es que es una situación compleja y que nadie se veía venir una vez que se planteó la fecha para su unión eterna.
“No voy a decir lo que he hablado pero entiendo que se case”, afirmó Belén Esteban ante la situación de Anabel, sin embargo no quiso profundizar sobre lo que significaba: “No te voy a poner mi ejemplo porque no sé qué haría”.
A las pocas horas la empresaria gastronómica ya estaba en La Graciosa, incluso subió una serie de imágenes en la playa. Sin embargo hubo una situación especial que nadie se veía venir, es que llegó al lugar de los hechos antes que la pareja.
Belén Esteban está en este momento en La Graciosa pero las personas que se casarán, los protagonistas de la boda a la que asistirá, no se encuentran presentes, ya que están en Sevilla terminando su dueño por la pérdida de Doña Ana.