Belén Esteban no deja de ser noticia. Tras ausentarse por varios meses de los platós de televisión, la mediática ha vuelto a causar sensación en la última entrega del "Deluxe". Allí, se cruzó con Kiko Matamoros luego de que este afirmara que la ex de Jesulín de Ubrique ha perdido su encanto y que al público ya no le interesa su vida. En ese marco, Jorge Javier Vázquez le dio la razón al novio de Marta López Álamo, dejando a la tertuliana muy mal parada en pleno directo de Telecinco.
Matamoros y Belén Esteban se sometieron este viernes al temido polígrafo del "Deluxe" y, fiel a su personalidad, la colaboradora de "Sálvame" dio a entender que no piensa perdonarlo. Es que Kiko dijo, en diálogo con "Lecturas", que "el público ha perdido interés" en ella. "Me he dado cuenta de que él no me tiene cariño", respondió la madre de Andrea Janeiro. Quien ahora se coló en la disputa no fue otro que Jorge Javier.
El animador estrella de Telecinco, sin obviar la oportunidad de opinar, dejó en evidencia que piensa igual que Kiko Matamoros. Intervino, es cierto, intentando salir en defensa de Belén Esteban. Sin embargo, no hizo más que seguir hundiendo su ya enflaquecida imagen pública. Es que aseveró que la televisiva ya no rinde como lo hacía antes en materia de 'rating'.
Una ayuda poco feliz
"¿Hace Belén Esteban las audiencias que hacía antes? No", sentenció. Sus compañeros, al escuchar la frase, se mostraron descolocados. También lo hizo la propia Belén Esteban. Jorge Javier, con la intención de rebajar sus palabras, explicó que nadie en "Sálvame" logra hacer los números a los que tan bien se acostumbraron por tantos años. No obstante, su aseveración acerca de la princesa del pueblo no pasó inadvertida.
En redes sociales, el nombre del presentador y de la colaboradora comenzaron a correr y no fueron pocos los que reflexionaron que, si Jorge Javier es amigo de Belén Esteban, entonces esta no necesita de enemigos. Mientras, Kiko Matamoros se regodeaba y comprobaba que su declaración a "Lecturas" estuvo lejos de ser disparatada. Ahora bien, ¿por qué el público ha dejado de lado a la tertuliana?