Ana Obregón lleva una época no muy satisfactoria. En cuestión de dos años, la actriz perdió a las personas que más amaba en el mundo: su hijo, madre y padre. Vive con desolación en su nueva realidad, pero, por suerte, tiene personas a su lado que la hacen transitar este camino de una forma más fácil, entre ellos se encuentra su fiel amigo Raúl Castillo y Carolina Monje, última pareja de su hijo Aless Lequio.
Desde que su hijo se fue, la actriz Ana Obregón ha hablado en varias oportunidades frente a la prensa y compartido varias publicaciones recordando su memoria. Dedicó tiempo a hablar de todos, menos de Carolina Monje. Ella fue incondicional para Lequio y una figura fundamental en su vida hasta el último momento. Tenían proyectos de vida juntos que quedaron en meras ilusiones cuando se fue de este mundo y supieron que nunca podrían culminarlos.
Ana Obregón y Carolina Monje tienen un acuerdo
Este hecho podría hacer pensar a la audiencia que el vínculo entre Ana Obregón y Carolina Monje está quebrado después de perder a la persona que las unía, pero nada más lejos de la realidad. “Que nadie piense que no se hablan o que no hay vínculo, porque para nada es así. Su vínculo es bueno y se escriben de vez en cuando. Después de lo que vivieron, no es para menos”, fueron las declaraciones de una persona cercana a “Jaleos”.
Habría sido Carolina Monje quien solicitó a Ana Obregón que no hablara sobre ella.
Habría sido Carolina Monje quien solicitó a Ana Obregón que no hablara sobre ella en el ámbito mediático. La intérprete siguió a rajatabla las peticiones de la que fue su nuera, quien la silenció. Monje está concentrada en sacar adelante su línea de ropa, pero desde el anonimato. Su objetivo es lograr hacer creer su empresa sin necesidad de decir que fue la novia de Álex.
Amó sinceramente a Lequio y no tiene pensado dar ninguna entrevista pagada a ningún medio de comunicación. De principio a fin, su romance siempre fue discreto. “El Nacional” comunicó que Monje llamó a Ana para mandarle sus condolencias tras la pérdida de su padre y hablan de vez en cuando. Nunca será lo mismo, pero tienen un lazo que las unirá para siempre.