Julia Otero, desde su programa de radio, se refirió en las últimas horas a la llegada de Ana Rosa Quintana al matinal que lleva su nombre. Fue este lunes que la veterana periodista regresó a su espacio, tras tantos meses alejada de los platós debido a su delicado cuadro de salud. Otero, quien también padeció una dolencia de tipo similar, confirmó lo que tanto se rumoreaba acerca de las emociones que vivió la amiga de Joaquín Prat horas antes de retornar a Telecinco.
Con marcado afecto, Julia Otero festejó que su colega se encuentre mejor. Entiende a la perfección lo que implica retirarse de los medios por una condición médica y, por eso mismo, la presentadora de "Julia en la onda" le extendió su apoyo: "Celebro enormemente la recuperación que ha tenido mi compañera Ana Rosa Quintana". Además, reflexionó acerca de las complicaciones que implica volver a retomar las tareas profesionales, tras tiempo dedicado únicamente a la salud.
Julia Otero sabe bien que "el primer día es difícil". Así lo recoge "Lecturas". Asimismo, la comunicadora desveló que pudo mantener un diálogo con la diva de Telecinco pocas horas antes de su retorno triunfal a "El programa de Ana Rosa". "Tuvimos en privado una charla de una hora", aclaró, precisando que hablaron el domingo y deslizando acerca de las sensaciones que tuvo Ana Rosa previo a su regreso a platós. "Cualquiera que haya pasado un tratamiento así sabe con qué miedo, con qué angustia y con qué emoción tenemos que volver al trabajo", remarcó la periodista, siempre según el ya mencionado medio.
"Cuando se vuelve, es una experiencia a compartir".
Al respecto, Julia Otero sumó: "Cuando se vuelve, es una experiencia a compartir". En ese sentido, sumó: "Y más cuando uno ha pasado por algo tan singular". Lo cierto es que Ana Rosa Quintana se mostró muy emocionada en su vuelta a la televisión. Sin embargo, aclaró: "No podré decir que estoy curada hasta dentro de cinco o siete años".
Muy bien acompañada
"Esta dolencia es dura", continuó la estrella de T5, agregando: "Te retiran de tu vida, de la libertad. Tu vida se limita a estar bien para no perder ninguna sesión. He hecho mucho deporte, he cuidado la alimentación, pero todo con la obsesión de querer acabar". Asimismo, indicó que su seres queridos se lo pusieron todo muy fácil y que no dejaron de apañarla en ningún momento. Su esposo, Juan Muñoz, llegó a ir a todas las sesiones con ella. "Es un padecimiento que es de toda la familia", reflexionó a modo de cierre.