Rocío Flores y su padre, Antonio David Flores, no logran dejar atrás todo lo que Rocío Carrasco ha dicho sobre ellos en su docuserie. Con cada paso mediático que dan, el público les recuerda acerca de las graves acusaciones elevadas por la hija de Pedro. La última interacción virtual por parte de la novia de Manuel Bedmar no fue la excepción y, en ese marco, la 'influencer' y el 'youtuber' recibieron una catarata de críticas que no hace más que seguir hundiendo su ya horadada imagen pública.
Montada a su perfil personal de Instagram, Rocío Flores volvió a lucirse como una auténtica modelo. "Me encantan los nuevos kimonos de Elizabeth Moss Moda. Una marca que siempre apuesta por la sostenibilidad, prendas atemporales y el lujo. Siempre excepcional", expresó al tiempo de compartir un registro en el que se la ve modelando un kimonos de la marca de ropa.
Celebró ante sus seguidores este nuevo desafío profesional. Sin embargo, recibió toda clase de señalamientos negativos. Y, como no podía ser de otro modo, un aluvión de usuarios trajo a colación el nombre del ex guardia civil y de la mujer de Fidel Albiac. "¡Qué pena que te dejes manipular por un padre como el tuyo!", exclamó una de sus tantas detractoras. "Qué pena que os promocione una persona que trató mal a tu madre", sumó alguien más.
No fueron pocos los que recordaron las denuncias públicas efectuadas hace ya un buen tiempo por Rociito. "¿Para cuándo un psicólogo que te ponga la docuserie de tu madre en bucle, a ver si saca algo de ese corazón lleno de maldad?", lanzó alguien más en el marco de una publicación en la que se les hizo saber a Antonio David y Rocío Flores de que una importante porción de la teleaudiencia cree en el relato de Carrasco.
"Corazón lleno de maldad".
"A vivir del apellido Carrasco"
Otros usuarios, por cierto, aseguraron que Rocío Flores y su padre no quieren trabajar y que, por eso mismo, lo único que hacen es lucirse en redes sociales con tal de fichar alguna publicidad. "A vivir del apellido Carrasco", soltó otro de sus fieles críticos. "Vividores" y "A trabajar" son otro de los tantos señalamientos que no han dejado bien parados a padre e hija.