Jesulín de Ubrique ha dejado muy en claro que sería uno de los concursantes más competitivos de "El desafío", el programa que conduce Roberto Leal. Pero si bien el torero es un aventurero, también tiene algunos miedos que superar.
Para su mala suerte, la segunda prueba del programa ha sido una de las más complicadas de la noche. El desafío consistía en formar una gran torre con sillas y luego poner una bombilla a gran altura, algo que a Jesulín de Ubrique no le ha puesto nada contento.
Prueba superada
"Las cosas de altura me dan mucho miedo".
"Las cosas de altura me dan mucho miedo. Voy a hacerlo porque se me va a meter en la pelota, pero no es nada fácil", confesó el torero antes de comenzar con el reto.
Con mucho esfuerzo, Jesulín de Ubrique ha logrado armar la torre de sillas y colocar exitosamente la bombilla a una altura bastante impresionante o, al menos, lo suficiente para que el torero termine llorando.
Ni bien ha conseguido pasar la prueba, Jesulín de Ubrique ha dejado salir las lágrimas que le habría provocado el nerviosismo y la adrenalina a la hora de atravesar uno de sus miedos más grandes.
"Lo que he sudado", confesó Jesulín de Ubrique, quien fue ovacionado por sus compañeros debido al gran esfuerzo. "No me siento victorioso, siento que he dado un paso más. No es triunfador, pero quiero demostrar mucho más. Quiero seguir", concluyó.