Rocío Flores esta semana finalmente se incorporó en "Ya son las ocho", ciclo que conduce Sonsoles Ónega. La joven dijo minutos antes estar "muy nerviosa", pero una vez frente a la cámara supo desenvolverse bien. El problema sucedió en su salida del canal.
En su primera semana de programa, Rocío Flores ha confesado muchas cuestiones personales. Por ejemplo, habló sobre su rotundo cambio físico donde ha reconocido cuidar su aspecto y, también, habló de su vínculo con Manuel Bedmar y expresó: "Estoy muy bien y contenta".
Asimismo, Rocío Flores confesó en redes sociales estar a gusto con el programa. "Vuelta a casa, 48 horas en Madrid, sin parar, pero ha merecido la pena", escribió la colaboradora en una de sus historias de Instagram cuando regresaba de Madrid a su residencia en Málaga. Sin embargo, minutos después, la hija de Antonio David Flores sorprendería con una revelación inesperada.
Rocío Flores relató el problema que tuvo que pasar en el trayecto camino a su casa. "Mi cara cuando me dicen que el ave está averiado y llevamos parados un buen rato. Las tres últimas veces que he utilizado el ave estaba roto o venía con mucho retraso", manifestó. El viaje le llevó varias horas, ya que minutos después bromeó en otro posteo que se comió dos paquetes de chocolate mientras esperaba varada a que se solucionara el vehículo que la transportaba.
"Las tres últimas veces que he utilizado el ave estaba roto o venía con mucho retraso".
¿Cómo seguirá su vida?
La revista "Lecturas" reveló que por el momento Rocío Flores tiene pensado seguir viviendo en Málaga y seguirá viajando hasta Madrid para hacer frente a sus compromisos laborales en el plató de "Ya son las ocho".