El mundo entero habla sobre el conflicto que se originó después de que Will Smith reaccione contra Chris Rock tras un chiste de mal gusto sobre su esposa, Jada Pinkett Smith. Momentos antes del escándalo, el comediante había hecho bromas con Penélope Cruz y Javier Bardem.
En su rutina, Chris Rock quiso ridiculizar a algunos de los presentes, tal como se suele hacer en este tipo de ceremonias. El momento cómico se vio empañado por la reacción de Will Smith. Pero segundos antes, Javier Bardem soportó como un señor otra broma de mal gusto del humorista.
"¿Sabéis quién tiene el trabajo más duro esta noche? Javier Bardem y su esposa están nominados. Si ella pierde, no hay forma de que él pueda ganar. Javier está rezando para que le gane Will Smith. ¡Por favor, dios mío!", aseguró Chris Rock desde el escenario haciendo alusión a una broma con muchos tintes machistas.
"Si ella pierde, no hay forma que él no pueda ganar".
¿Cuál fue la reacción de Javier Bardem? Reírse. O al menos pretender que lo hacía ante la rutina del comediante para mantener el clima distendido de la noche. Un ambiente que luego quedaría enrarecido por la actitud de quien se impondría a Javier Bardem en la categoría de mejor actor protagonista.
Con las manos vacías
Javier Bardem no fue el único que se fue con las manos vacías del Dolby Theatre de Los Ángeles. Jessica Chastain se quedó con el Oscar a la mejor actriz, un premio al que aspiraba Penélope Cruz. Lo cierto es que si bien ambos se fueron derrotados de la gala, se quedaron con una anécdota para contarle a sus nietos.