Ana Milán se convirtió en el blanco de todas las críticas el pasado martes en Twitter debido a una cuestión que dejó escapar en sus redes sociales. Muchas veces, las plataformas digitales dicen mucho más de lo que queremos compartir, y esto no fue tenido en cuenta por la actriz.
Los ‘likes’ que Ana Milán ha estado dejando en tuits que señalan al documental de Rocío Carrasco como el inicio del declive de la audiencia de Telecinco en los últimos tiempos han sido el motivo del enojo de muchos usuarios. Todo esto llegó a un punto de no retorno en el que la intérprete por el que la intérprete tuvo que expresarse.
"Jamás entraré en polémicas. Si alguien quiere debatir, preguntar mi intención, aclarar dudas o incluso discutir, lo haré encantada. El único requisito será el respeto. No consumo veneno de nadie. Que tengáis un día bonito”, tuiteó. Inmediatamente después, Ana Milán comenzó a interactuar con sus seguidores.
"El único requisito será el respeto".
Así fue como la actriz aseguró que en ningún momento se ha pronunciado, ni siquiera insinuado, algo parecido a estar en contra de Rocío Carrasco y del mensaje que dio con su documental. “Apoyo a ella y a todas las personas que han padecido algo tan terrible”, reafirmó para no dejar ninguna duda al respecto.
Un drama digital
A su vez, Ana Milán también ha sido señalada en una polémica en la que nunca hubiera querido inmiscuirse. En su momento, la modelo de 48 años había afirmado que pasaba temporadas enteras sin cenar para mantener su peso. Esto llevó a que los usuarios consideren que fomentaba los TCA. Algo por lo que también tuvo que responder.