Tamara Gorro abrió su corazón a principios de año cuando lloró frente a su “familia virtual” para anunciarles su distanciamiento de Ezequiel Garay. Recientemente, la ‘influencer’, que cuenta con más de dos millones de seguidores en las redes sociales, presentó su nuevo libro “Cuando un corazón llora”, en un reconocido recinto de Madrid.
A través de su cuenta oficial de Instagram, Tamara Gorro quiso expresar las emociones que la abrumaron a lo largo de una noche que estuvo repleta de invitados especiales. Lágrimas de alegría recorrieron el rostro de la modelo que, tal como suele hacerlo a menudo, se expresó en las redes.
“Me siento libre. A la vez con miedo, paralizada, feliz y con ganas. Es una mezcla de sentimientos difícil de gestionar, pero que a la vez me están aportando aprendizaje en mis emociones”, dijo acerca de lo que le ha tocado vivir en las últimas semanas. “No soy una pobrecita, ni tampoco un ejemplo, pero sí me considero algo que ¡todos! tenemos en común: una superviviente de momentos puntuales”.
“Una superviviente de momentos puntuales”.
“Sí, todos a lo largo de nuestra vida o en el presente vivimos situaciones que nos ponen al límite y siempre buscamos la manera de salir. Con más o menos fuerza, con cicatriz o sin ella, pero salimos”, afirmó una emocionada Tamara Gorro. “El corazón nos llora a todos en ciertos momentos, otra cosa es que no nos demos cuenta, o sí, y disimulemos para evitar más dolor”.
Un momento más que especial
“Ayer viví uno de los momentos más importantes de mi vida, enseñé mi corazón a todos los allí presentes y fue duro, muy duro, pero a la vez bonito. Casi cuatrocientas personas me acompañaban en directo (incluidos muchos de vosotros), desde casa estabais pendientes de todo, acompañándome también”, añadió para mimar a sus seguidores.
“A todos os tengo que agradecer lo arropada que me sentí y agradeceros eternamente el no soltarme la mano”, agregó Tamara Gorro. “No hay nada peor en el ser humano que estar rodeado de gente y sentirse solo. Yo me he sentido sola, pero en el fondo hay una parte de mí que me da señales de que no lo estoy. Tengo ganas de vivir”, concluyó.