Rafael Nadal viene de tener un domingo triunfa ante Casper Ruud para conquistar un nuevo Roland Garros, el número 14 en toda su carrera y su Grand Slam número 22, siendo así el más ganador de todos los tiempos. La otra cara de la moneda tiene que ver con la salud del nacido en Manacor.
Desde los 18 años Rafael Nadal padece el síndrome de Müller-Weiss, la cual no tiene cura y que le produce dolores crónicos en el pie izquierdo. Es por eso que luego de lo que fue su participación en el torneo desarrollado en París se desplazó a Barcelona para comenzar un tratamiento especial.
Lo que nadie esperaba era el estado en el que Rafael Nadal llegaría a la ciudad catalana. El tenista debió moverse con muletas ya que no puede siquiera apoyar el pie del dolor que siente. Justamente luego de ganar el preciado trofeo en Roland Garros el propio mallorquín había dejado en claro que seguirá jugando pero no de cualquier manera.
“No puedo seguir jugando con el pie dormido. Es obvio que no puedo seguir jugando en las circunstancias en las que estoy, así que voy a tratar de encontrar una nueva solución. Aquí he podido jugar en unas condiciones extremas, con inyecciones en los nervios para dormir el pie, por eso he podido jugar”, afirmó Rafael Nadal.
“No puedo seguir jugando con el pie dormido".
El sueño de Wimbledon
Está claro que la intención de Rafa es seguir compitiendo y sobre todo en los Grand Slams, torneos totalmente especiales y diferentes. Es por eso que ahora la meta está puesta en llegar de la mejor manera a Wimbledon, aunque está claro que no arriesgará su físico y solo competirá si su pie se lo permite.