María Teresa Campos ya está aprovechando sus días libres este verano en Málaga, la tierra que tanto adora. Cada verano, la periodista se va para la ciudad andaluza en pos de poder desconectar de todo lo que tiene que ver con ocupaciones. Tanto es así, que ya dispone de casa propia. “El Español”, junto a Jesús Manuel Ruiz, informó que la reconocida “reina de las mañanas”, llegó a su residencia veraniega el pasado domingo.
No lo hizo sola, la acompañó su querida hija Terelu Campos. A diferencia de otros años, en los que María Teresa Campos ha llamado mucho la atención al presentarse en Málaga, todo apunta a que esta vez la comunicadora va a conserva un perfil bajo. “Desde hace algún tiempo, a Teresa no le entusiasma tanto el verano en Málaga, ni salir, ni bajar a la playa. Ya son otros tiempos que requieren otras cosas. Te recuerdo que el verano pasado decidió irse a Madrid antes de tiempo”, alegaron, según el medio ya nombrado.
María Teresa Campos triste en Málaga
Esto da a entender que María Teresa Campos no permanecerá mucho tiempo en su residencia malagueña. “Se siente más segura en su casa. Como tampoco viaja ya en coche, lo hace en tren. Los viajes en coche se le hacen muy cuesta arriba”, otorgó la fuente consultada. De hecho, contaron que el último viaje la dejó “un tanto agotada”, aunque muy contenta por poder pasar unos días en familia.
Lo que queda del mes de julio, María Teresa Campos lo pasará con su hija Terelu Campos, después tomará el revelo Carmen Borrego. Gustavo Guillermo, el chófer y hombre de confianza de la periodista, se ha quedado en Madrid este año. Pero no ha ido sola con su hija, las acompaña una persona que ayudará a cuidar de la periodista.
“Se siente más segura en el día a día”.
“Con ella, Teresa se siente más segura en el día a día. Es para ella ahora lo que fue en su día la fiel María”, especificaron. Contaron, además, que se siente “nostálgica” en lo que concierne a la vida laboral: “Ahora mismo, es el mayor de sus pesares y no se quita de la cabeza que está desaprovechada”. Una realidad desolada para sus hijas que tanto velan por ella.