El museo Rocío Jurado, la Voz del Mileno abrió sus puertas el 7 de julio en medio de la polémica que rodeaba al Centro de Interpretación y después de 10 años de espera. Un evento de estas características no pasó desapercibido y se convirtió en uno de los más multitudinarios después de la pandemia. En su inauguración solo estuvo presente Rocío Carrasco. Ningún otro familiar de la cantante acudió a la cita.
Mes y medio después, el museo de Rocío Jurado ya ha recibido a más de 10.000 personas, muchas de ellas se trasladaron desde otros puntos geográficos de nuestro país solo para ver el centro. El alcalde de Chipiona, Cádiz, Luis Mario Aparcero, contó en la presentación de la nueva semana cultural dedicada a la intérprete que la media de personas que van al museo por día es de 200. La dirección del establecimiento asegura que “el público está muy contento”, informa “La Razón”.
Cómo es el polémico museo de Rocío Jurado por dentro
Para asegurar que el museo de Rocío Jurado cumple con las expectativas de la audiencia, los directivos han habilitado un buzón de sugerencias. Allí, los visitantes pueden dejar sus opiniones libremente. El medio ya nombrado fue testigo directo de lo que pasa en el Centro de Interpretación. Al llegar puede verse cómo varios ciudadanos se sacan fotografías en la puerta. La entrada cuesta nueve euros para aquellos que no tienen descuentos.
Al entrar al museo de Rocío Jurado, enseguida se escucha la emblemática música de “La Más Grande”. En las paredes, se vislumbran las portadas de los discos de la madre de Rocío Carrasco. Hay fotografías de la cantante con su familia y hermanos.
Solo hay una fotografía con José Ortega Cano.
Los atuendos que llevaba la abuela de Rocío Flores en los 70, tocados de pelo, collares, broches de cordel dorada, peinetas, los utensilios más curiosos de la artista que han dejado huella en sus fans. Solo hay una fotografía junto a José Ortega Cano, según “La Razón”, y ni siquiera están solos, aparecen con ellos la cantante Celia Cruz. ¿Estará enterado el diestro de esta realidad? ¿Cómo le sentará saber que no está presente en un museo del que todavía considera el amor de su vida?