Rocío Flores se sometió a una lipoescultura hace un tiempo atrás. Nada tiene que ver la joven que veíamos hace años en los platós de televisión con la que hoy está presente. Mediante diferentes intervenciones, la hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco parece otra persona. Poco a poco, ha cambiado esos aspectos de ella que no le gustaban para sentirse mejor consigo misma.
Mediante sus redes sociales, Rocío Flores enseñó que ahora debe cuidarse más que antes para que estos resultados permanezcan. “Sesión de indiba en la parte abdominal después de la lipoescultura”, explicó la nieta de Rocío Jurado.
“Indiba” es un tratamiento que no da molestias ni tiene efectos secundarios. A base de propiedades regenerativas se usa para que la piel se rejuvenezca, consiguiendo un aspecto revitalizado y firme.
Rocío Flores y su gran transformación
Fue a finales de marzo cuando Rocío Flores se hacía este tratamiento con la idea de quitar la grasa que ya no quería ver. Incluso para su sorpresa, la ‘influencer’ reconoció en su momento en redes sociales que era más molesto de lo que pensaba. Confesó que tenía 4 kilos menos cuando salió de la clínica: “Me lo noto, sobre todo, en la ropa”.
No dio detalles.
Rocío Flores contó que hubo una complicación durante la intervención. Aunque no dio detalles sobre ello, derivado de esta situación la mediática tuvo que llevar durante un tiempo una faja las 24 horas. Es más, también la vimos colaborar en “El programa de Ana Rosa” de pie. Pero estas circunstancias no parecen importarle dado que el resultado le resulta satisfactorio para ella.