Kiko Rivera está muy cansado de que la gente se meta en su vida. Al ser hijo de padres famosos, ha tenido que convivir con la idea de que todo lo que hace es cuestionado, criticado u ovacionado. Durante toda su existencia, le ha tocado lidiar con polémicas complicadas y noticias dulces. Se podría decir que el mediático conoce los dos lados de la moneda. Sin embargo, esto no hace fácil que, cuando quiere desmarcarse de los escándalos, le pregunten una y otra vez si habla o no con su familia.
Después de ser cuestionado, el famoso Kiko Rivera apareció en su cuenta de Instagram para dejar un mensaje a todas esas personas que tratan de inmiscuirse en temas vinculados a su vida personal.
“El secreto para vivir en paz es no meterse en la vida de nadie. Respeta la vida de los demás, aunque no estés de acuerdo y no entiendas sus razones. Más de uno debería leer esto dos veces. Y para que no lo saquéis de contexto no va ni por mi madre ni por nadie de mi familia materna”, sentenció el sucesor de Isabel Pantoja.
¡No se puede decir más claro! Kiko Rivera decidió hace meses dejar de lado su parte más mediática. Ahora el novio de Irene Rosales está concentrado en su familia y su trabajo. Estamos ante un Kiko que dista mucho del de antaño, cuando tenía fiestas y ocupaba los titulares más polémicos. En una nueva etapa de su vida, el hijo de Isabel Pantoja solo pide tranquilidad y respeto en todos los ámbitos de su vida.
Irene Rosales también está cansada
Este hartazgo también es manifestado por Irene Rosales en sus redes sociales, quien publicó, el día 19 de diciembre, un posteo donde expresaba su anhelo para 2023.
"Que las críticas se conviertan en halagos".
“Que termine esa envidia que hay, que las redes sociales se conviertan en una vía de escape para viajar, conocer, aprender y que las críticas se conviertan en halagos”, manifestó la pareja de Kiko Rivera.
A su vez, el DJ le dejó emoticonos de corazones en la publicación como aprobación. En medio de la molestia que puedan ocasionar las preguntas o los comentarios desafortunados, albergan el tesoro de tenerse el uno al otro.