Las monedas de 20.000 pesetas de España, acuñadas entre 1990 y 1992, son tesoros destacados en el mundo de la numismática. Esta pieza no solo se destaca en términos de su valor en el mercado, sino que también encierra una relevancia histórica significativa.
Sucede que estas monedas se acuñaron para conmemorar un período crucial en la historia de España: la transición del sistema monetario de pesetas al euro. Es por esta razón que han destacado dentro del ámbito numismático mundial.
En su anverso, esta moneda nos lleva en un viaje al pasado al presentarnos una impresionante representación de la Reina Isabel la Católica, una figura histórica clave en la unificación de España y el épico descubrimiento de América. Su imagen en esta moneda sirve como un recordatorio tangible de la rica herencia española,lo que eleva el interés de parte de los coleccionistas.
Pagan hasta 4.000 euros por una de estas monedas.
Por su parte, estas monedas muestran en su reverso elementos emblemáticos de la época. En él, se destaca el escudo real de los Reyes Católicos, así como la Granada, símbolo de su victoria en la Reconquista. Cada detalle de estos eleva el valor de esta moneda en el ámbito del coleccionismo.
Valor
En este sentido, por estas monedas, a pesar de su modesto valor nominal de 20.000 pesetas, los coleccionistas y amantes de la numismática están dispuestos a pagar sumas considerables. En subastas y ventas privadas, esta moneda puede llegar a venderse por hasta 4.000 euros o más, dependiendo de su estado de conservación y rareza.