El coleccionismo de sellos postales nos adentra en un fascinante mundo donde la rareza y la originalidad son altamente valoradas. Algunos de los sellos más buscados no solo despiertan la curiosidad de los coleccionistas, sino que también pueden llegar a valer una verdadera fortuna.
Uno de los sellos postales más destacados en el mundo de la filatelia es el sello de Mauricio. Este pequeño tesoro proviene de la colonia británica en el Océano Índico, situada a 900 kilómetros al este de Madagascar. Emitido en 1847, su valor histórico y la rareza de su diseño lo convierten en una joya muy codiciada por coleccionistas de todo el mundo.
Lo que hace que este sello sea aún más intrigante es el cambio de una palabra. La edición original de 1847 tenía la inscripción "Post Office," mientras que un año después, esta fue reemplazada por "Post Paid." En 1993, un coleccionista pagó 4.000.000 de dólares por este pequeño trozo de historia postal, subrayando su valor inmenso en el mundo de la filatelia.
Otro grupo de sellos postales de gran valor en el mundo del coleccionismo son los "Misioneros de Hawái" que poseen un trasfondo histórico significativo. En 1849, el gobierno hawaiano estableció su primera oficina de correos, y una década más tarde, lanzó los primeros sellos postales conocidos como los "Misioneros de Hawái".
Estos sellos son considerados como una verdadera joya de la filatelia.
Valor
En junio de 2015, uno de estos raros sellos postales encontró su camino hacia un nuevo hogar a un precio asombroso de 125.000 euros. Estos sellos, testigos de la historia postal de Hawái, son altamente valorados por coleccionistas que buscan conectar con el pasado de esta región.