Este fin de semana, la atención se centra en la boda de Michelle Salas, la hija de la famosa estrella de la música, Luis Miguel. A pesar del éxito arrollador de su gira mundial en Nueva York, donde llena cada uno de sus conciertos, el cantante ha hecho una parada especial para este evento familiar tan esperado junto a su pareja Paloma Cuevas.
La reconciliación entre Luis Miguel y su hija ha sido un motivo de celebración en sí mismo. Ahora, las miradas se dirigen hacia la boda, que está programada para el próximo 13 de octubre. Beatriz Cortázar, en una exclusiva en "Y Ahora Sonsoles", ha proporcionado todos los detalles de este evento que se extenderá a lo largo de tres días para Paloma Cuevas y su tal vez futuro esposo, según palabras de ambos.
Esta celebración inició el viernes con un encuentro de bienvenida para todos los invitados en un lujoso lugar en La Toscana. Este primer día tiene un código de vestimenta especial; se solicita que los hombres no usen corbatas y que las mujeres opten por un atuendo arreglado pero informal. Mientras esto sucede, Luis Miguel tiene un concierto programado en Miami.
El sábado, con la presencia ya de Luis Miguel con Paloma Cuevas, todo comenzó desde la tarde hasta altas horas de la noche. El código de vestimenta para este día es esmoquin para los hombres y vestidos largos para las mujeres.
Se ha establecido una regla estricta: se prohíben los teléfonos móviles. La incógnita que queda por resolver es si habrá una exclusiva mediática o si la boda se mantendrá como un evento completamente privado.
La privacidad es lo primero en el evento.
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Además, todo continua por tercer día consecutivo con un brunch durante el domingo para concluir la gran celebración de Michelle Salas, la hija de Luis Miguel, y una presencia exclusiva de Paloma Cuevas para continuar afianzando el amor.