Estos sellos postales, que a menudo tienen un valor histórico y monetario significativo, requieren un cuidado especial para evitar su deterioro y preservar su estado original. En esta nota te revelaremos los cuidados que hay que tener.
En primer lugar, es fundamental almacenar los sellos postales en un lugar adecuado y alejados de la luz solar directa. La exposición a la luz ultravioleta puede dañar la tinta y el papel de estas piezas, provocando el desvanecimiento de los colores y la pérdida de detalles.
Los expertos recomiendan utilizar álbumes diseñados específicamente para este propósito, los cuales cuentan con hojas individuales que protegen los sellos postales del contacto directo.
Además, es importante tener en cuenta factores ambientales como la humedad y la temperatura. Los sellos postales deben mantenerse en un ambiente seco y estable, evitando lugares donde la humedad pueda dañar el papel o activar el proceso de oxidación en la tinta. Es recomendable utilizar desecantes en el espacio de almacenamiento para mantener un nivel de humedad adecuado.
Evitando lugares donde la humedad pueda dañar el papel.
Otra recomendación
Por otro lado, es fundamental manipular los sellos con las manos limpias y evitar el contacto directo con la piel. La grasa y los residuos naturales presentes en nuestras manos pueden dejar manchas y afectar la calidad de los sellos. Se recomienda el uso de pinzas o guantes de algodón para manejar las piezas de filatelia.