El GP de México ha hecho todo lo que estuvo a su alcance para evitar ser alcanzado por las tensiones crecientes entre Red Bull y Checo Pérez. El Autódromo Hermanos Rodríguez estuvo colmado durante el fin de semana y los organizadores trabajaron para que Max Verstappen no tenga ni un solo problema en su estadía en el país latino.
Ya Red Bull había anunciado en la semana que dispondría de un guardaespaldas para Max Verstappen durante sus días en México, pero, también los organizadores quisieron hacer su parte. Así lo dejó en claro Federico González, director general de la carrera.
El directivo puso en marcha la campaña que tituló “Racepect”. De este modo, se ha buscado generar un clima amistoso que deje de lado la controversia que ha crecido en las últimas semanas entre Checo Pérez y a escudería austríaca.
“Max Verstappen es el compañero de Checo, se puede sacar un poco de los límites las cosas, así que queremos mantener la batalla dentro de la pista y no fuera, y de ahí viene la idea de lanzar esta campaña. Viene gente nueva a los circuitos, quizás de otros deportes, y hay que explicarles que esto es diferente”, reconoció González.
"Hay que explicarles que esto es diferente”.
La gran duda
Los miedos de los aztecas se afirmaban en un posible abucheo a Max Verstappen en el podio. Sin embargo, pudieron ver que su objetivo se cumplió cuando el respeto primó en la ceremonia de entrega de premios del GP de México.