Según un informe publicado por el diario "El País", España alberga algunas de las monedas antiguas más caras del mundo y de las cuales los coleccionistas y fanáticos de numismática pagan millones por algunas de estas piezas.
Estas ocho monedas, que datan de diferentes épocas de la historia española, son objetos de deseo para los coleccionistas de numismática y su valor se estima en cientos de miles de euros.
La lista de las monedas más valiosas está encabezada por la peseta de 1859, conocida como "La de las 40 pesetas", cuya rareza y antigüedad hacen que su precio de mercado sea de aproximadamente 500.000 euros. Esta moneda, acuñada durante el reinado de Isabel II, se caracteriza por su belleza y excelente estado de conservación.
La segunda moneda más cara es la peseta de oro de 100, emitida en 1876, durante el reinado de Alfonso XII. Esta pieza única en su tipo se valora en unos 400.000 euros y se distingue por su diseño detallado y su alto contenido de oro.
Su tipo se valora en unos 400.000 euros.
Más piezas millonarias
Otras monedas destacadas incluyen la peseta de 1907, conocida como "El conde de Romanones", que se estima en unos 250.000 euros; la peseta de 1926, conocida como "La perrilla", valorada en 200.000 euros; y la peseta de Franco de 1953, considerada una de las monedas más raras del periodo franquista y que alcanza los 150.000 euros en el mercado.