En un día histórico, el 31 de octubre, la Princesa de Asturias, la princesa Leonor, juró la Constitución en el Congreso de los Diputados, marcando un hito en su vida y en la monarquía española. En este acto solemne, el Rey Felipe VI demostró un gesto entrañable que puso de manifiesto su orgullo paternal.
La princesa Leonor, que cumplió 18 años en esta fecha tan especial, juró la Carta Magna con una sonrisa radiante, arropada por sus padres, el Rey Felipe VI y la Reina Letizia, así como por su hermana, la infanta Sofía.
Este acto adquiere un significado especial ya que la princesa Leonor utilizó el mismo ejemplar de la Constitución que su padre juró el 30 de enero de 1986, con algunas modificaciones. La joven eligió un elegante traje pantalón, un guiño al traje que su madre, la Reina Letizia, vistió en su pedida de mano con el entonces príncipe Felipe. Durante la ceremonia, la princesa demostró su cariño hacia sus padres y su hermana, intercambiando gestos de afecto.
Tras jurar la Constitución, el reconocimiento llegó con aplausos a la princesa. Luego, la princesa Leonor se trasladó a una sala contigua en compañía de sus padres y su hermana, donde recibió las medallas del Congreso y el Senado y dejó su firma en el Libro de Honor.
Un momento inolvidable.
Uno de los momentos más emotivos ocurrió durante la entrega de las medallas. El rey Felipe VI, en un gesto que trascendió su papel de monarca, deshizo con cariño el peinado de la joven, que se había enredado en el cordón de la medalla.
El amor entre ambos
Este gesto refleja el estrecho vínculo entre padre e hija y la empatía del rey, quien vivió una situación similar en 1986, cuando él mismo juró la Constitución.