Jorge Javier Vázquez ha vivido unos meses muy inestables. Esto, por la repentina cancelación de “Sálvame” a fines de junio pasado y por que su programa, “Cuentos chinos”, ha corrido la misma suerte, aunque ha llegado a su fin a poco de haber estrenado.
Por ahora, Jorge Javier Vázquez se encuentra sin trabajo y hasta hace unas horas nada se sabía sobre cómo lleva esta situación. Ahora ha roto el silencio y ha contado a qué se ha estado dedicando desde que terminó “Cuentos chinos”.
En su blog de la revista “Lecturas”, el popular presentador aseguró estar relajado y dedicando tiempo a su cuidado personal. "Llamé a Carolina Sobe para que me diera cita en alguno de los centros donde trabaja para hacerme el láser en todo el cuerpo”, contó.
“Aprovecho para escribir que estoy muy orgulloso de mí mismo porque por fin he tomado la costumbre de ponerme todos los días un líquido en las pestañas para que se me vuelvan kilométricas. También me ha tocado esta semana manos y pies y corte de pelo. Un agotamiento extremo", añadió el famoso.
“Pues que aprendan a vivir, digo yo".
Jorge Javier Vázquez expresó: "Cuento todo esto porque he visto que personas que se pasan la vida entera haciendo lo que yo esta semana se oponen tajantemente a que se reduzca la jornada laboral. Hay gente que no soporta no trabajar porque detesta volver a casa y darse de bruces con un panorama detestable”, y lanzó: “Pues que aprendan a vivir, digo yo".
Cómo ocupa el resto de su tiempo libre
Jorge Javier Vázquez ha señalado que, desde que está sin trabajar, ha tenido tiempo para ver en la TV a su cantante favorita. "Además de dedicarme a mi cuerpo he de confesar que esta semana he visto un programa de televisión entero: ’Dúos increíbles’. Es que sale Paloma San Basilio y eso es para mí un motivo para seguir viviendo", destacó.
"Ver a Paloma San Basilio cantar en directo en un programa de televisión es algo obligatorio para todos aquellos que deseen dedicarse al escenario", agregó el catalán, quien cerró hablando de literatura, y ha recomendado dos libros: “Los parques de atracciones también cierran”, de Ángeles Caballero y “De amor y de guerra”, de Pilar Eyre.