Las pesetas, la moneda española que acompañó a los españoles durante décadas, no solo dejaron un legado económico, sino también un rastro de apodos y términos coloquiales que aún perduran en la memoria colectiva.
Uno de estos apodos más notorios es el "talego", que se utilizaba para referirse a los billetes de 1.000 pesetas. Aunque comenzó siendo un término de uso en entornos marginales, rápidamente se extendió en la sociedad española, en particular entre los jóvenes.
Tal como destaca el portal “AS”, etimológicamente la palabra "talego" tiene sus raíces en el árabe "ta'liqah", siendo la forma masculina de "talega". Según el Diccionario Etimológico Castellano en Línea (DECEL), en árabe estándar, se refería a la nota a pie de página, ya que era un comentario que "se le colgaba al texto".
“Talego”, el apodo de este billete, es una palabra con múltiples significados.
Sin embargo, en muchos lugares, esta palabra que sirvió de apodo para el billete de 1.000 pesetas, también se usaba para describir el "colgante" de monedas que decoraba la frente de la novia en los tocados de bodas. En el contexto andalusí, en tanto, "ta'liqah" se refería a una "bolsa que cuelga del cinto", lo que dio origen al término español "talega" y sus derivados como "talego".
Motivos del apodo
Dado que los billetes de 1.000 pesetas eran considerados como un "caudal monetario", este término cobró vida como apodo para estos billetes. Los apodos de las pesetas, como el "talego", no solo reflejan la historia lingüística de España, sino que también son un recordatorio de la larga tradición económica del país.