En el mundo de la numismática, cada moneda guarda una historia única. En esta ocasión, dos monedas han emergido del pasado, atrayendo la atención de coleccionistas y amantes de la historia de todo el mundo.
En 1944, en plena era de la dictadura de Francisco Franco, se acuñaron unas pesetas con una composición inusual, hechas de aluminio y cobre. Sin embargo, lo que hace que estas monedas sean realmente especiales es lo que les falta: la ausencia de la estrella y la efigie del caudillo.
Estas pesetas, que circularon durante un período histórico complejo, son hoy en día extremadamente raras. La omisión de los símbolos del régimen franquista les otorga un carácter excepcional y único en el mundo del coleccionismo. En la actualidad, ejemplares de estas monedas se pueden encontrar en sitios de subastas en línea como eBay, donde se venden en hasta 1.100 euros.
Otra de las monedas que ha cautivado la atención de coleccionistas es la peseta acuñada en 1946. Lo que hace que esta moneda sea tan preciada es su retrato único de Francisco Franco, distinto al que se encuentra en las pesetas fabricadas en años posteriores.
Hasta 3.000 euros pagan por algunas de estas monedas.
Valor
Este ejemplar, con un busto del caudillo diferente y una historia propia, se ha convertido en una de las monedas más cotizadas del mundo numismático. En subastas en línea, su valor alcanza los 3.000 euros, lo que la convierte en la peseta más cara del mundo.