Ana Obregón supera los momentos más difíciles y sigue adelante con fuerza y esperanza. Después de enfrentar la pérdida del hijo que tiene en común con Alessandro Lequi, Aless Lequio, en 2020, y la partida de sus padres en un corto período de tiempo, la famosa encuentra consuelo en su hija Ana Sandra. La pequeña ha sido su motivación para seguir sonriendo y afrontar los cambios que ha experimentado en su vida.
Aunque no es el aspecto más importante para ella, Ana Obregón también ha tenido que lidiar con asuntos relacionados con el patrimonio familiar. Su padre, Antonio García Obregón, fue uno de los impulsores del la mayor inversión de inmobiliario en España, y logró gran éxito con el desarrollo de la exclusiva urbanización La Moraleja. Aunque hubo momentos difíciles, la familia de la artista logró superarlos y ahora son los herederos quienes han asumido el control de las empresas familiares.
Ana Obregón también ha tenido que lidiar con asuntos relacionados con el patrimonio familiar.
Según “Vanitatis” después de un problema financiero en 2015, en la que tuvieron que vender una obra de arte valiosa, la familia ha logrado salir adelante. En la actualidad, el patrimonio se gestiona a través de dos empresas. Promotorados SA, dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios, y Niesa Nueva Inmobiliaria Española SA, encargada de la venta de terrenos y alquiler de locales comerciales. Los hermanos de la famosa son propietarios tanto por herencia como por adquisición directa.
Celia, hermana de Ana Obregón, ocupa el cargo de presidenta en ambas empresas, mientras que Juan Antonio, Javier y Amalia son apoderados. A pesar de no aparecer en el órgano administrativo en este momento, La exmujer de Alessandro Lequio sigue involucrada en las empresas familiares desde hace tiempo. En el último año fiscal, las empresas tuvieron una modesta mejora en sus resultados financieros.
¿Cuántos euros factura?
La determinación y fortaleza de Ana Obregón son evidentes en su capacidad para enfrentar la adversidad y seguir adelante. A pesar de los desafíos, ella encuentra fuerzas para sonreír y mirar hacia el futuro con esperanza. El último año fiscal lo cerraron con una tímida mejoría respecto al anterior, con una facturación de 434.000 euros y un valor total de 3,9 millones.