El mercado numismático presta verdadera atención a aquellas monedas que, pese a haber perdido valor en circulación, poseen significancia histórica o simbólica. Los aficionados, dispuestos a enriquecer sus colecciones, están dispuestos a pagar interesantes precios por ciertos ejemplares, y en esta ocasión nos referiremos a las cifras que pueden alcanzar ciertas monedas de 20 y 50 céntimos.
Las monedas de 20 céntimos de Alemania, acuñadas en 2002, por ejemplo, pueden significar atractivos ingresos en caso de lograr ser vendidas en el universo de las subastas. De acuerdo con información reseñada por "El Cronista", algunos de estos ejemplares pueden alcanzar un precio de hasta 900 euros.
En tanto, las monedas de 20 céntimos de Eslovaquia, las cuales fueron lanzadas como edición especial en 2009, pueden llegar a ser compradas por hasta 150 euros en ciertos espacios 'online'. Su valor se debe a su inhabitual peso y al hecho de estar fabricadas en oro nórdico, reseña "Business Insider".
50 céntimos
La misma publicación, en tanto, menciona las monedas de 50 céntimos de Bélgica. Acuñados en 1999, estos ejemplares se distinguen debido a contar con un exceso de metal en su fabricación, por lo que ciertas de las figuras que decoran sus caras presentan ciertas deformaciones. Por esto, algunas de estas piezas pueden llegar a salir en subasta por hasta 1.000 euros.
Otra moneda de 50 céntimos de la que se hace mención es la de Grecia de 2002, indicando que en el mercado numismático en línea puede valer alrededor de 400 euros. "Okdiario", por su parte, se refiere a las monedas de 50 céntimos españolas de 1941, señalando que, en caso de no haber entrado en circulación, podrían ser valuadas en unos 850 euros. De lo contario, y si está en buenas condiciones, podrían llegar a ser vendidas en alrededor de 300 euros.