La dieta, un elemento clave en la prevención de la inflamación, desempeña un papel fundamental en el bienestar general. La inflamación, aunque es parte del mecanismo de defensa del organismo, puede convertirse en un problema de salud si persiste en el tiempo, contribuyendo a padecimientos como la artritis y otros problemas del corazón. La dieta antiinflamatoria puede cambiar todo.
La dieta mediterránea se erige como una opción destacada, enfocándose en alimentos antiinflamatorios como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas saludables como el aceite de oliva. Sin embargo, la dieta antiinflamatoria es la que más destaca la importancia de los patrones alimentarios y aboga por los alimentos de temporada, frescos y con beneficios medioambientales y económicos.
Dentro de esta perspectiva, las frutas, ricas en compuestos antiinflamatorios, ocupan un lugar privilegiado. En otoño, en España, se destacan cinco frutas que no solo son deliciosas sino también beneficiosas para combatir con la dieta antiinflamatoria.
Un estudio reveló que el consumo regular de manzanas y peras se asociaba con un menor riesgo de padecimientos por la cantidad de fibra, vitamina C y elementos que ayudan a la dieta antiinflamatoria, tanto como ayudara a la promoción de microorganismos beneficiosos en el intestino.
Las mejores opciones.
Además, las fresas, moras, arándanos, destacan por su potente actividad antioxidante y antiinflamatoria. Además de aportar fibra y vitamina C, los frutos rojos contienen fitoquímicos como las antocianinas.
El gran beneficio
La elección consciente de alimentos antiinflamatorios, como estas frutas otoñales, no solo añade sabor a la dieta, sino que también contribuye a mantener un equilibrio en el organismo, promoviendo la salud a largo plazo.