En un vibrante evento que encapsuló la pasión por la historia postal, la casa de subastas Heinrich Koehler de Alemania dejó a los coleccionistas boquiabiertos al poner en puja auténticos tesoros filatélicos, marcando un hito en el mundo del coleccionismo de sellos.
El punto focal de esta epopeya filatélica fue la carta con los primeros sellos de la ciudad de Lubeck, datados en 1859. Lo que comenzó como una modesta oferta inicial de 80.000 euros se convirtió en una emocionante alternativa de ofertas.
En este sentido, la subasta culminó en una venta asombrosa por la extraordinaria suma de 430.000 euros. El comprador, un enigmático postor, se llevó consigo un pedazo tangible de historia postal, que lo hace más valorado en el mundo del coleccionismo.
El valor que se paga por estos productos es una clara muestra del fervor por la filatelia.
La casa de subastas también presentó joyas filatélicas de la colección de Erivan Haub, exjefe del grupo de supermercados Tengelmann. Una carta significativa, conocida como la "carta de Baden" y sellada en 1856, capturó la atención de los coleccionistas de sellos al partir con una oferta inicial de 100.000 euros para eventualmente alcanzar los 320.000 euros.
Un ejemplo más
Otro hito en la subasta fue una carta dirigida al emperador alemán Guillermo I, enviada con los primeros sellos postales del Imperio Alemán el 1 de enero de 1872. Aunque se estimaba inicialmente en 2.000 euros, el fervor de los coleccionistas elevó el precio a una impresionante suma de 40.000 euros.