Explorando el universo de la numismática, nos sumergimos en la rica historia de las monedas antiguas españolas, auténticos tesoros que evocan eras pasadas y despiertan admiración en coleccionistas de todo el mundo. En esta ocasión, destacamos tres ejemplares que, por su rareza y significado histórico, se han convertido en auténticos objetos de deseo en el mercado numismático.
Datadas en el siglo XVI y acuñadas en Sevilla, las monedas de 20 excelentes de los Reyes Católicos se alzan como testigos de una época crucial en la historia de España. Estas piezas numismáticas, que capturan la esencia de la unificación de los reinos bajo el reinado conjunto de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, han cautivado la atención de expertos y coleccionistas por igual.
Su diseño excepcional y el contexto histórico que representan les confieren un valor que oscila entre los 300.000 y los 600.000 euros, convirtiéndolas en auténticos tesoros que trascienden el ámbito financiero. Por su parte, del reinado de Felipe III en 1609, emerge el centén, una moneda antigua española que no solo es la más cara, sino también la más codiciada por coleccionistas y amantes de la historia.
Estas son las tres monedas más valoradas de la numismática española.
El diseño único y la extrema rareza de estas monedas las han elevado a la cima del mundo del coleccionismo. Según el portal “Coleccionistas de Monedas”, estas piezas alcanzan un valor económico extraordinario de hasta 2 millones de euros. Cada centén de Felipe III se convierte así en una ventana al pasado, una conexión tangible con una era de esplendor y elegancia.
Otro ejemplar más
Por otro lado, en el tumultuoso reinado de Luis I, que duró solo un año en 1724, se acuñaron las monedas onzas de oro que hoy despiertan la fascinación de coleccionistas. La combinación de su corto periodo de acuñación y un diseño exquisito las convierte en piezas numismáticas muy apreciadas. En la última subasta de 2019, una de estas onzas de oro alcanzó un precio asombroso de 250.000 euros.