En el fascinante universo de la numismática, el billete de cien pesetas emerge como una ventana al pasado, con la imponente imagen del compositor Manuel de Falla. Según revela “Numismático Digital”, esta notable pieza fue encargada por el Banco de España el 17 de noviembre de 1970, aunque su circulación no fue habilitada sino hasta el 20 de marzo de 1974.
El reverso de este billete nos transporta al encantador Patio de los Surtidores, un rincón que debe su nombre a los caños que generan una danza de chorros entrecruzados. No obstante, la web especializada en numismática señala que su denominación original es el Patio de la Acequia o Patio de la Ría, ubicado en el Generalife.
Este detalle añade una capa adicional de significado cultural a esta pieza histórica. Los billetes de cien pesetas de 1870, por otro lado, se destacan como verdaderas joyas en el mercado coleccionista. Y es que es demasiada alta la demanda por este ejemplar.
Según dicho portal, este billete ha alcanzado un impresionante valor de 1.500 euros en la actualidad. Estas piezas, marcadas por su antigüedad y rareza, se han convertido en auténticos tesoros para los apasionados del coleccionismo de billetes.
Los coleccionistas pagan hasta 1.500 euros por este ejemplar.
Condiciones
Para aquellos que deseen vender no solo este billete de peseta, sino cualquier otro con potencial valor para los coleccionistas, se establecen ciertos requisitos. La condición impecable de la moneda, su antigüedad y rareza son aspectos cruciales que determinarán su atractivo en el mercado. Además, cuantos menos ejemplares hayan sido acuñados, mayor será su valor en el coleccionismo.