En medio de los crecientes precios del aceite de oliva, los estantes de los supermercados están repletos de opciones, desde aceite de girasol hasta el aceite de coco, pasando por la mantequilla y margarina, las cuales son ideales para las dietas saludable si es que se busca bien.
Sin embargo, la percepción de que el aceite de oliva, un pilar de las dietas mediterráneas, es la opción más saludable, no está equivocada. No obstante, es crucial cuestionar cómo cocinamos con él para mantener sus beneficios.
Diferenciemos entre las grasas de origen animal y las de origen vegetal, así como entre grasas insaturadas y saturadas para comprender mejor cuáles son las más saludables en nuestras dietas.
Las grasas vegetales provienen de semillas o frutos de plantas, incluyendo el aceite de oliva, girasol y coco. Por otro lado, las grasas animales se elaboran a partir de los tejidos de animales, como las grasas de aves, ganado o algunos animales acuáticos, junto con productos como la manteca de cerdo, mantequilla y aceites de pescado.
No cambies demasiado tu alimentación.
Desde una perspectiva de composición química, las grasas insaturadas son las más beneficiosas para la salud, ya que ayudan a reducir el colesterol LDL. Sin embargo, para obtener el máximo beneficio, deben reemplazar a otras grasas en las dietas.
Cuidados
Las grasas saturadas son perjudiciales y se asocian con padecimientos cardiovasculares. Según la OMS, cada año, 500.000 personas en todo el mundo parten debido a las consecuencias de las grasas saturadas.