En ocasiones, nuestro amor con la comida puede resultar un tanto complicada. Muchas personas catalogan ciertos alimentos, como las patatas fritas, como placeres algo culpables. Lauren Armstrong, dietista registrada y entrenadora de nutrición personal, aborda este desafío de una manera refrescante.
Promoviendo la eliminación de la culpabilidad en nuestro vínculo con la comida. Su enfoque se basa en dejar de clasificar los alimentos como buenos o malos, en su lugar, se centra en el control de las porciones y en considerar las patatas fritas como una fuente de energía para el cuerpo.
La clave radica en centrarse en aprovechar de las porciones de alimentos que nos gustan en lugar de preocuparnos por lo que no deberíamos comer. Este enfoque permite que las personas mantengan un lazo más saludable con las patatas, sin etiquetas negativas.
Sin embargo, es importante recordar que, si se tienen problemas de salud graves, siempre es aconsejable consultar primero a un médico antes de realizar cambios significativos en la dieta.
No dejes de consumirlas.
Siguiendo estas recomendaciones, existen diversas formas deliciosas y saludables de aprovechar de alimentos que a menudo se consideran "placeres culpables". Por ejemplo, en lugar de abrir una gran bolsa de patatas fritas, es recomendable optar por bolsas individuales de patatas.
El detalle
Estas pequeñas bolsas de patatas fritas suelen estar perfectamente diseñadas para contener una única porción, lo que facilita el control de las cantidades que se consumen.