Ana Obregón ha pasado por momentos muy oscuros en su vida. La partida de su hijo Aless fue un momento bisagra para ella, porque sin duda la dejó por los suelos y sumida a una tristeza infinita. Aun así, la actriz pudo volver a sonreír y salió adelante a pesar de todo.
Para Ana Obregón la vida continúa y mucho más ahora que debe cuidar de su nieta Ana Sandra. La pequeña, de poco menos de un año, ha llegado a la vida de la famosa para devolverle la alegría y el brillo que había perdido. Esta realizó una reflexión muy emotiva.
En sus historias de Instagram, Ana Obregón compartió un vídeo en el que ella habla con el corazón. Se trata de una entrevista que le han hecho hace poco tiempo y en donde lanzó un mensaje muy importante: "Nos pasamos el día juzgando, criticando, que si una está gorda, baja o alta. Que si tiene ojeras... Pero Dios mío, ¿dónde vamos a parar? Es todo tan negativo", expresó Ana.
"Antes de que a mi hijo le diagnosticaran su aflicción, lo cierto es que yo era otra persona. Antes todo me importaba mucho: que si estoy cansada, que si estoy de tal manera. Cuando ves a chicos, chicas, niños en una sala de quimio, cuando los ves con una sonrisa y sales a la calle luego... No nos tenemos que quejar, porque luego en un segundo tu vida puede cambiar", enfatizó la actriz Ana Obregón.
"Antes de que a mi hijo le diagnosticaran su aflicción, lo cierto es que yo era otra persona".
Ana Obregón lucha por un mundo mejor
Lo cierto es que, últimamente, Ana Obregón ha puesto toda su energía en intentar mejorar la vida de aquellos pacientes con aflicciones oncológicas. Algo que la toca de muy cerca y que para ella es sumamente importante.