En el mundo de la numismática, una moneda de cinco pesetas acuñada en 1975 se revela como un tesoro lleno de peculiaridades, desafiando las convenciones establecidas para conmemorar el Mundial de 1982.
Este ejemplar, objeto de interés entre los coleccionistas de la era del reinado de Juan Carlos I, se ha convertido en una joya buscada y apreciada por su singularidad. La moneda, que debía presentar en su anverso la imagen del rey Juan Carlos I y el año 1980 como parte de la serie mundialista, sorprende al exhibir el rostro del monarca con la inscripción de 1975.
En el reverso, en lugar de la imagen conmemorativa del balón de fútbol y el año 1982, se encuentra una representación única con una estrella y el número 80, desafiando las expectativas y enriqueciendo su historia y valor en el mercado de la numismática.
Este ejemplar vale cientos de euros en el mercado numismático.
Este error es considerado uno de los más codiciados en el ámbito del coleccionismo. El equívoco en la acuñación de esta moneda se atribuye a la mezcla accidental de cuños de anverso y reverso de diferentes monedas.
Cientos de euros
En la década de los noventa, esta moneda llegó a alcanzar un valor asombroso de unas 50.000 pesetas, equivalente a unos 300 euros en la actualidad, consolidándola como una joya apreciada y perseguida por los coleccionistas más exigentes.