Las monedas de la época de Franco se han convertido en piezas codiciadas por coleccionistas y entusiastas de la numismática, destacando una en particular que ha alcanzado un estatus excepcional. Y es que es una de las más codiciadas del mundo del coleccionismo.
Entre todas las monedas destacadas, sobresale la peseta de un duro, acuñada en 1949, que es una de las más valoradas cada vez que sale en alguna subasta. En este sentido, el precio que pagan los coleccionistas por este ejemplar a veces ha llegado a sorprender.
Según detalla el portal “20 Minutos”, los aficionados a la numismática han llegado a pagar entre 6.000 y 36.000 euros por uno de estos ejemplares. Este tesoro histórico, que presenta la efigie de Franco, se une a la selecta lista de monedas de alto valor, consolidándose como una joya numismática. No obstante, no es la única protagonista en el mundo de las subastas.
Así, hay monedas que están categorizadas como más valiosas que otras. Es el caso de la peseta conocida como "Benlliure", nombrada en honor a su escultor Mariano Benlliure y datada en 1948, ha capturado la atención en el mundo del coleccionismo al alcanzar la notable cifra de 7.400 euros en una reciente puja.
Pagan hasta 36.000 euros por algunos de estos ejemplares.
Cómo determinar si es valorada
La valoración de estas monedas no es aleatoria, y para los interesados en determinar su tasación, Huffpost ofrece una clave importante: observar los números ubicados en las dos estrellas presentes en la cruz de la moneda. Si estos números corresponden a 49 o 50, el valor se estima alrededor de 20 euros. Sin embargo, la verdadera rareza y, por ende, la elevada tasación, se alcanza con las cifras 51 o 52, llegando a impresionantes 36.000 euros.