Según informó la revista "Diez Minutos", la subasta de los muebles de María Teresa Campos ha sido un auténtico fracaso. A pesar de que la famosa presentadora se gastó una fortuna en mobiliario a lo largo de su vida, nadie ha mostrado ningún interés en adquirirlos. Los interesados en objetos de personajes famosos y los amantes de los muebles de segunda mano han pasado de largo dejando a las hijas de Campos con las manos vacías.
La subasta tuvo lugar los pasados miércoles y jueves en una sala de subastas del Barrio de Salamanca, a petición de las hijas de María Teresa Campos, Terelu Campos y Carmen Borrego. La presentadora ya había iniciado la venta de sus pertenencias cuando decidió vender su mansión, y ahora optó por la misma casa de antigüedades que sus hijas han escogido. Sin embargo, a pesar de ser muebles de gran calidad, de estilo clásico y con el valor añadido de pertenecer a una famosa, los precios de salida no eran excesivamente altos, oscilando entre 300 y 2.000 euros.
La subasta tuvo lugar los pasados miércoles y jueves en una sala de subastas del Barrio de Salamanca.
Uno de los muebles más caros que se ha vendido fue un "secretaire bookcase" de caoba, con un precio de salida de 1.800 euros. Sin embargo, nadie ha pujado por él. Una consola estilo Luis XIV en madera dorada y tallada y con tapa de mármol se adjudicó por 900 euros, 300 más que el precio de salida. La sillería preferida de la presentadora, en madera lacada y dorada, con un excelente tapizado, se vendió por 1.200 euros, solo seiscientos más que el precio de salida.
Sin embargo, el caso más desastroso ha sido el de una consola de media luna, que se vendió por tan solo 375 euros, solo 25 euros más que el precio de salida. Las mesillas de noche del dormitorio de María Teresa Campos se vendieron por 450 euros, 100 euros más que el precio de salida.
¿Cuánto ganaron en los muebles Terelu Campos y Carmen Borrego?
En total, las hijas de María Teresa Campos solo han obtenido 5.000 euros por la venta de los muebles una vez deducidos los porcentajes que se lleva la casa de subastas. A pesar del fracaso, las hermanas Campos no se rinden y están planeando iniciar otra subasta en un intento de obtener un mejor resultado.