Adentrándonos en el fascinante mundo de la filatelia, dos ejemplares destacan como auténticos tesoros entre los sellos postales: la cautivadora emisión de Goya de 1930 y la emblemática emisión de 1866 de la reina Isabel II.
La serie de sellos postales de Goya, datada en 1930, constituye una obra maestra que rinde homenaje al renombrado pintor español Francisco de Goya. Su impacto en el arte español se refleja en ocho sellos únicos, impresos en una amplia paleta de colores y diversas denominaciones.
Entre las obras inmortalizadas se encuentran la maja sin ropa y "La maja vestida". No solo una serie de sellos, sino una ventana artística a la genialidad de Goya. En una subasta en 2016, una hoja completa de 100 sellos postales de esta emisión alcanzó una sorprendente cifra de más de 40.000 euros, evidenciando el aprecio y la demanda de los coleccionistas por esta joya filatélica única.
Por otro lado, la emisión de 1866 de la reina Isabel II se distingue por su singularidad al adoptar el diseño de los sellos centrales. Esta colección, compuesta por cuatro sellos en una hoja, presenta un retrato central de la reina Isabel II. Hoy, este ejemplar es uno de los más buscados en el mundo del coleccionismo.
Cualquiera de estos dos ejemplares puede valer una fortuna.
Muy valorados
Con denominaciones de 12 cuartos, 20 cuartos y 10 reales, estos sellos postales fueron concebidos para sobres de mayor tamaño, añadiendo un toque de distinción a las correspondencias de la época. En la actualidad, una serie completa de estos sellos del Sello Central puede alcanzar un valor significativo, llegando a valer miles de euros, según expertos en filatelia.