Las conversaciones sociales giran constantemente en torno a las monedas. Las casas de subastas en línea están en su punto más alto, generando cientos de publicaciones diarias que destacan los valores de ejemplares antiguos, con importancia cultural o histórica.
Un ejemplo notable son las monedas de un céntimo acuñadas en 2002 en Alemania. Diseñadas por el arquitecto Rolf Lederbogen, se crearon con un acero especial que les confiere un color único, completamente diferente al de otras monedas de un céntimo.
Esta singularidad es la razón principal por la cual algunas de estas monedas pueden alcanzar hasta 50.000 euros en ciertos espacios en línea, según informa "Diario de Navarra". Por otro lado, "Crónica Global" destaca las monedas de dos euros lanzadas en 2008 por Alemania, las cuales también pueden tener un valor interesante en el mercado numismático, aunque no comparado con las de 2002.
Los valores de las monedas antiguas varían ampliamente, desde sumas considerables hasta cifras más moderadas. Un ejemplo es la moneda nacional de 20 céntimos de 1999 con la imagen de Cervantes, que puede venderse por alrededor de 1.500 euros, según informa "España Diario". Además, "Infobae", citando a "Monedalia", señala que algunas monedas de 20 pesetas de 1896 pueden alcanzar los 300 euros.
Otro ejemplar
Según "El Cronista", las monedas de 20 céntimos de Italia, acuñadas en 1999, pueden tener un precio cercano a los 900 euros, ya que algunas de ellas presentan un exceso de metal en uno de sus márgenes.
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