Belén Esteban está pasando un momento excepcional en "Sálvese quien pueda", el formato de "Sálvame" para Netflix. Sin embargo, no todo ha sido fácil para la colaboradora.
Belén Esteban tuvo que afrontar los problemas con Jesulín de Ubrique y una supuesta ausencia del hermano de Víctor Janeiro en la crianza de su única hija. Además, pasó varios obstáculos hasta convertirse en quien es ahora.
"Ella creció en una familia humilde en el barrio madrileño de San Blas. Era el ojito derecho de su padre, Francisco, que era pintor, y, sobre todo, después de que le diagnosticaron un problema de salud con nueve años. Su madre, Mari Carmen, era limpiadora en unas galerías comerciales y en el colegio donde estudió Belén", comenzó contando Alberto Herrera sobre el pasado de la colaboradora de "Sálvame" en "Herrera de Cope".
"Un año, Mari Carmen salió de casa con un collar y, por casualidades de la vida, se encontraron un anillo con un brillante por el camino. Cuando regresaron, tras pasar por aquel almacén, Belén se dio cuenta de que su madre no llevaba esas piezas. Entonces fue cuando descubrió que aquel almacén era una casa de empeños", detalló el periodista. Al respecto, Belén Esteban expresó: "Me has hecho llorar, me ha gustado un montón... Varias veces fui con mi madre a la casa de empeños y se encontró un anillo. Mi madre estará llorando como una magdalena, no me lo esperaba".
"Varias veces fui con mi madre a la casa de empeños y se encontró un anillo".
Una vida de mucho trabajo
Belén Esteban declaró: "Mis padres trabajaron mucho para sacarnos adelante y yo recuerdo a mi familia muy feliz" y contó: "Sor Mercedes era mi monja. La quise como a mi madre. Me llevaba a todos lados mientras mi madre limpiaba el colegio. La gente dejaba ropa y ella buscaba lo mejor para mis hermanos y para mí".