Dentro del ámbito de la numismática, hay ciertos tesoros que destacan por su origen, detalles de fabricación y estética excepcionales. Uno de estos ejemplares es el billete de 5.000 pesetas de 1938, una joya que es un auténtico tesoro en el mundo de la colección de billetes.
La génesis de este billete responde a un contexto histórico particular: la inflación desmedida republicana que exigía la emisión de billetes de mayor denominación que los habituales 500 y 1.000 pesetas. Ante esta necesidad, el Banco de España tomó la decisión de encargar la creación de un billete de 5.000 pesetas.
El billete de 5.000 pesetas del 11 de junio rinde un homenaje artístico al talentoso Mariano Fortuny, un pintor catalán de renombre. En su diseño, se destaca un autorretrato del artista en el frente y la obra "La vicaría", también de Fortuny, en el dorso. Estos detalles hacen de este ejemplar uno de los más buscados por los coleccionistas.
Pagan hasta 27.500 euros por este ejemplar.
Lo verdaderamente singular de este billete radica en que nunca llegó a circular, nunca cumplió una función práctica en transacciones diarias. Es precisamente este aspecto único lo que otorga a este billete su extraordinario valor en el ámbito del coleccionismo.
Valor
Según datos de la plataforma especializada Ibercoin, esta pieza se estima que puede alcanzar un precio aproximado de 27.500 euros en el mercado de coleccionistas. La rareza de un ejemplar que nunca tuvo un uso real lo convierte en un objeto de interés para aquellos interesados en la numismática y la historia monetaria.