En el vibrante universo del coleccionismo de billetes, donde cada pieza cuenta su propia historia, dos tesoros se alzan como auténticas joyas numismáticas, atrayendo a coleccionistas con su valor histórico y su atractivo estético.
Más allá de ser simples pedazos de papel, estos billetes se convierten en testigos silentes de épocas pasadas y en codiciadas piezas que, dependiendo de sus características, pueden alcanzar hasta los 30.000 euros en el mercado de la numismática.
Entre los destacados billetes en pesetas, uno que destaca por su singularidad y valor es el que data de 1874 y presenta el busto de Goya. Con un valor facial de 500 pesetas y una tirada limitada de 19.500 billetes, esta pieza se erige como una verdadera joya histórica, muy valorada en el mundo del coleccionismo.
Para los afortunados poseedores de este tesoro, el precio en el mercado puede oscilar entre los 15.000 y los 20.000 euros, siendo factores determinantes la textura del papel y el estado de conservación. Este billete no solo es una pieza de colección, sino un portal que transporta a los coleccionistas a la España de finales del siglo XIX.
Otro ejemplar valioso
Hay otro tesoro que destaca en el mundo del coleccionismo de billetes y es el ejemplar de 500 pesetas de 1903, impreso durante el reinado de Alfonso XIII y diseñado por el reconocido grabador Bartolomé Maura y Montaner.
Estos son dos de los billetes más valorados del mundo de la numismática.
Este billete, además de representar un periodo crucial de la historia española, posee un atractivo estético que lo convierte en una verdadera obra de arte y, dependiendo de su estado de conservación, este billete puede alcanzar los 20.000 euros en el mercado.