Hace unos días, Gisela alertó a sus seguidores cuando apareció en redes sociales para comentar que se encontraba mal físicamente, ya que, además de las complicaciones habituales que tiene por su embarazo, estaba con un problema en el riñón.
Cabe recordar que Gisela ha pasado varios años buscando ser madre, y según ella misma ha contado, ahora que está en la dulce espera, su embarazo es de alto riesgo y es por eso que tiene molestias físicas habituales y debe cuidar mucho su salud.
La cantante, que ha saltado a la fama tras su paso por “Operación Triunfo”, se ha dirigido hasta el hospital el fin de semana, dado que los dolores que sentía eran intensos. Allí los médicos han decidido dejarla internada y hace unas pocas horas ha actualizado su estado.
Gisela ha salido del centro asistencial y ha confesado que la ha pasado muy mal, que llegó a sentir un dolor “inhumano”. Acompañada por José Ángel Ortega, su pareja, la artista dialogó con reporteros de Europa Press en las puertas del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona.
"Estoy agotada... Han sido unos días muy duros y muy intensos física y emocionalmente, sobre todo por el miedo de lo que le pudiera pasar al bollito, como yo digo", expresó la intérprete, haciendo referencia a su bebé. "En principio, lo que me han hecho tiene que aguantar hasta el final del embarazo e iremos viendo día a día", añadió.
Por otra parte, señaló que “el pronóstico tampoco era muy claro”. "No me podían medicar como una persona que tiene un cólico nefrítico normal… Yo tuve que pasarlo con una medicación más suave", explicó la famosa.
"Nunca había sentido un dolor así en la vida, jamás".
"Una infección en el riñón es muy peligrosa a nivel vital”, detalló luego, y enfatizó que tanto su vida como la de su retoño podrían estar en riesgo. Además, subrayó: "Nunca había sentido un dolor así en la vida, jamás. Es un dolor tan agudo que pierdes casi el conocimiento. Entras en ‘shock’, convulsionas, es un dolor inhumano".
“Puedo hacer vida normal”
Gisela se ha mostrado por demás sincera e indicó: "El dolor era bastante más incontrolable. He pasado tres días que no se los deseo a nadie". Sobre el tratamiento que le han dado los profesionales, sostuvo que "estamos en proceso de adaptación, es algo que me va a permitir que todo vaya para delante, pero tiene también alguna contraindicación”.
“Es un poco molesto, pero no me importa, lo que me importa es que el bebé y yo podamos llegar lo más lejos posible en el embarazo", continuó. “Puedo hacer vida normal, sin excesos. Puedo cantar, puedo subirme a un escenario, pero todo esto va a ser día a día, porque esto es nuevo y no sé cómo mi cuerpo va a reaccionar… Tengo a mi chico, tengo a mis perros, tengo a mi familia, pero él es el que está ahí conmigo mano a mano", cerró.