Tras el anuncio del martes pasado de la FIA, el mundo de la F1 quedó conmocionado a raíz de un posible conflicto de intereses entre Toto Wolff, máximo responsable de Mercedes, su esposa Susie, directora general de la F1 Academy, y la Formula One Management.
Luego de horas de mucha incertidumbre, la FIA tomó la determinación de dar marcha atrás con la investigación y archivarla. El ente presidido por Mohammed Ben Sulayem tomó esta decisión en las primeras horas de este último jueves.
"Tras una revisión del Código de Conducta y la Política de Conflicto de Intereses de la Formula One Management y la confirmación de que se han tomado las medidas de protección apropiadas para mitigar cualquier conflicto potencial, la FIA está convencida de que el sistema de gestión del cumplimiento de la FOM es lo suficientemente sólido como para evitar cualquier divulgación no autorizada de información confidencial", se declara en un comunicado.
"La FIA puede confirmar que no hay ninguna investigación en curso en términos de investigaciones éticas o disciplinarias que impliquen a ningún individuo", añaden en la misiva. "Como regulador, la FIA tiene el deber de mantener la integridad del automovilismo mundial. La FIA reafirma su compromiso con la integridad y la equidad", sentenciaron.
"La FIA puede confirmar que no hay ninguna investigación en curso".
El origen del conflicto
Todo comenzó luego de un informe periodístico que hizo “Business F1” a partir de un supuesto comentario de Toto Wolff, donde se interpretó que tenía información privilegiada en su poder y que responsables de otros equipos se habían quejado acerca de ello.
Esto encendió las alarmas en la F1. Todas las escuderías declararon lo siguiente en sus redes sociales. "Podemos confirmar que no hemos presentado ninguna queja a la FIA en relación con la información de carácter confidencial que se ha transmitido entre un director de equipo de Fórmula 1 y un miembro del personal de la FOM".