Rafa Nadal y Xisca Perelló se encuentran enfocados en el cuidado de su primogénito, quien nació en octubre último. Pese a ello, la pareja sigue enfocada en sus respectivas labores profesionales y una de las que más tiempo les conlleva es la Rafa Nadal Academy, dirigida por la esposa del tenista manacorí. Fue sobre este proyecto del que hablaron con mucha ilusión y, así las cosas, confirmaron lo que ya era un secreto a voces sobre el emprendimiento que sigue creciendo a pasos agigantados.
Rafa Nadal celebra siempre que puede la labor que se lleva adelante en su academia y, tal como reseña "Marca", la considera el sitio indicado para formar personas y no solo atletas. "Es un proyecto que da la vuelta al mundo. Se trata de dar oportunidades", resumió y aclaró que su objetivo primordial es fomentar la educación a través del deporte mediante programas académicos y deportivos.
"Otro de los objetivos principales es que los niños que salgan de aquí con unos valores importantes y positivos. Y que el aprendizaje y la experiencia que hayan podido tener en la Academia les sirva de cara a formarse humanamente y salir de aquí preparados para tener la base necesaria para dedicarse a lo que decidan", acotó Rafa Nadal.
"Otro de los objetivos principales es que los niños que salgan de aquí con unos valores importantes y positivos".
Qué dijo Xisca Perelló
Por su parte, Xisca Perelló sostuvo ante "Elle": "Tenemos un compromiso total con aquellos que viven en situaciones de desventaja social, y debemos seguir trabajando para generar más oportunidades, crear entornos seguros y apoyar a niños, niñas y jóvenes con el objetivo de que tengan un futuro mejor".
En sintonía con lo declarado por Rafa Nadal, acotó con muchísima alegría: "Acompañamos a los chicos en su camino hacia un futuro de calidad. La práctica deportiva es felicidad, es evadirse de lo malo, pero, sobre todo, es educación para la vida, es superación y una fuente de oportunidades". Juntos, el tenista y su esposa parecen imparables y, al parecer, con su academia se proponen aportar un granito de arena para comenzar a cambiar el mundo.