Isabel Preysler ya ha soplado las velas por su 72 cumpleaños justo después de cumplirse dos meses en que terminó con Mario Vargas Llosa. Mientras el Premio Nobel se encuentra retomando su vínculo con Patricia Llosa, la socialité sigue con su vida. Desde que conocemos a la hispanofilipina, siempre se ha caracterizado por ser una mujer bella que no ha dejado que el tiempo pase para ella. Da igual en qué punto de su vida la veamos que siempre sabe llevar su edad con dignidad y altura.
Parece que su soltería, lejos de deprimirla, la ha hecho querer estar más hermosa que nunca. Según registra la revista “Semana”, las cámaras de “Europa Press” captaron el lunes pasado la llegada de un entrenador personal al domicilio de la madre de Tamara Falcó. Isabel Preysler está optando por mantenerse lejos de la prensa tras la separación, aunque con estos detalles son evidencia de que no está dispuesta a dejarse estar, sino que hará todo lo posible por verse mejor y demostrar que sigue siendo la “reina de corazones”.
Isabel Preysler vuelve a concentrarse en ella misma
Isabel Preysler ha vivido unos meses complicados. Primero vino la ruptura temporal de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Salieron a la luz unas filmaciones en las que el joven aparecía en actitud muy cariñosa con otra mujer que no era su pareja y eso detonó una separación. Obviamente ahí estuvo mamá Preysler para cuidar a su pequeña en este desengaño amoroso tan delicado y a la vista de todos.
Después vino la separación de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, quienes parecía que eran una de esas parejas a las que nunca se les terminaba el amor.
Se prioriza.
Tras un tiempo tumultuoso, hoy Isabel se prioriza por encima de todas las cosas y decida cuidar su templo sagrado, o sea, su cuerpo. Así estará en plena forma para lo que venga.