Pasó mucha agua bajo el puente, pero finalmente Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya están planeando lo que será su tan ansiada boda. El asunto es que lo que debería ser una gran celebración está generando algunas rispideces entre ambos.
Una de las cuestiones que salió a la luz en los últimos días fue la restricción que se les colocó a los invitados. Lo que se estableció es que los amigos solamente podrán llevar a esposas o prometidas, es decir parejas estables y nada de novias, algo impuesto por Íñigo Onieva.
Lo que adujo Íñigo Onieva es que quiere reducir la cantidad de invitados solo a las personas indispensables. El caso es que Tamara Falcó en principio no está de acuerdo y quiere que sea una gran celebración y que, si los amigos con novias quieren llevarlas, puedan hacerlo.
Íñigo Onieva quiere reducir la cantidad de invitados solo a las personas indispensables.
Por el momento, la que está ganando es la postura de Íñigo Onieva, pero no se descarta que con el pasar de las semanas lo que parece ser un código de asistencia estricto se vaya volviendo algo más laxo para que además de los novios, los invitados también puedan aprovechar a tope.
¿Disputa entre suegras?
Otro de los temas que deben atender Íñigo Onieva y Tamara Falcó son sus madres, ya que tanto Carolina Molas como Isabel Preysler quieren ser las más deslumbrantes de la noche, superadas solamente por la novia. Habrá que ver quién de las dos logra destacarse más.